Solamente bastaban dos grabaciones por cada disco para encontrar el éxito. Sí, solo dos grabaciones, un disco, una vitrola a cuerda y las gastadas púas de acero.
Las voces de las cancionistas quedaron en el recuerdo masivo cuando cantaron en la radio, pero luego fueron perpetuadas sus voces en las inolvidables "lunas negras" a 78 revoluciones por minuto.
María de la Fuente comenzó sus grabaciones en 1946 para el sello Odeón, poco después NIna MIranda lo hizo en el Uruguay en Sondor y en 1956 Elsa Rivas registró por primera vez con Ricardo Tanturi y su orquesta en el sello Víctor.
Aquí reproducimos etiquetas originales de discos de pasta y larga duración.
Si los recuerda escribanos su comentario.